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jueves, 6 de agosto de 2009

64 Aniv. de la bomba atomica...¿ Aniversario ?






A la 1:45 de la madrugada del 6 de agosto de 1945, el Enola Gay, un bombardero B-29 estadounidense, despegó de la isla Tinian en las Islas Marianas. Llevaba la segunda bomba atómica del mundo; la primera se había detonado tres semanas antes en un campo de pruebas de EE.UU. en Alamogordo, Nuevo México. El Enola Gay llevaba una bomba atómica con núcleo de uranio enriquecido a la que se nombró "Pequeño niño", con una fuerza explosiva de unas 12,500 toneladas de TNT. A las 8:15 de la mañana, mientras los ciudadanos de Hiroshima se disponían a comenzar su día, el Enola Gay liberó su terrible carga, que cayó durante 43 segundos antes de detonar 580 metros sobre el Hospital Shima cerca del centro de la ciudad.

Según un folleto del Museo Memorial de Paz de Hiroshima, esto es lo que sucedió después de la explosión: "La temperatura del aire al momento de la explosión alcanzó varios millones de grados centígrados (la temperatura máxima de las bombas convencionales es de aproximadamente 5 mil grados centígrados). Varias millonésimas de segundos después, apareció una bola de fuego que irradiaba calor blanco. Una diezmilésima de segundo después, la bola de fuego se expandió hasta alcanzar un diámetro de 28 metros con un temperatura cercana a los 300 mil grados centígrados."

Como resultado de la explosión, el calor y el fuego envolvieron la ciudad de Hiroshima y terminó con la vida de unas 90 mil personas. La segunda prueba de un arma nuclear en el mundo demostró el increíble poder que tienen estas armas para matar y destruir. Se destruyeron escuelas en donde murieron maestros y estudiantes. Se les sumaron pacientes y médicos de hospitales. El bombardeo de Hiroshima fue un acto de destrucción masiva en una población civil, la destrucción de una ciudad completa con una sola bomba. Tras recibir la noticia, Harry Truman, el entonces presidente de los Estados Unidos, declaró crudamente: "Éste es el suceso más grandioso de la historia".

Tres días después de destruir Hiroshima, a las 11:02 de la mañana, el Bockscar, un bombardero B-29 estadounidese, atacó la ciudad japonesa de Nagasaki con la tercera arma atómica del mundo. Esta bomba tenía un núcleo de plutonio y una fuerza explosiva de unas 22 mil toneladas de TNT. Resultó en la muerte inmediata de unas 40 mil personas.

En su primer discurso referente al bombardeo de Hiroshima, Harry Truman afirmó: "El mundo se enterará que se soltó la primera bomba atómica del mundo sobre una base militar en Hiroshima. Esto se hizo para evitar hasta donde fuera posible la muerte de civiles." Aunque Hiroshima tenía una base militar, ésta no fue el blanco del ataque, sino el centro de la ciudad. La mayoría de las víctimas de Hiroshima eran civiles, incluyendo mujeres y niños. Truman agregó: "Pero ese ataque sólo es una advertencia de las cosas que vienen". Truman hizo mención de la "gran responsabilidad que ha caído sobre nuestros hombros y que gracias a Dios llegó a nosotros y no a nuestros enemigos". Le pidió a Dios "su guía para usarlo para sus fines." Fue una plegaria escalofriante y profética.

Para finales de 1945, había 145 mil muertos en Hiroshima y otros 75 mil en Nagasaki. Decenas de miles más sufrieron graves lesiones. A lo largo de los años, han seguido falleciendo personas entre los supervivientes debido a los efectos tóxicos de la radiación.

Recordando estos trágicos sucesos, nuestra memoria colectiva inevitablemente ha olvidado y se ha vuelto a moldear por las perspectivas actuales. Con el paso del tiempo, aquéllos que vivieron en carne propia los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki se hacen menos. Aunque en sus mentes el recuerdo de este trauma sigue vivo, grandes porciones de la población mundial no conocen sus historias. El mensaje de los supervivientes ha sido simple, claro y conciso: "Nunca más".




En el Parque Memorial de Paz de Hiroshima se encuentra la siguiente leyenda: "Que descansen en paz todas las almas que aquí yacen; pues no repetiremos esta atrocidad". El plural que menciona esta inscripción nos incluye a todos y a cada uno de nosotros.

Sin embargo, el destino del mundo, y en particular el destino de la humanidad, podría depender de nuestro recuerdo de Hiroshima y Nagasaki. Si recordamos los bombardeos de estas ciudades simplemente como otro capítulo en la historia de la humanidad, careceremos de la ética política para manejar con eficiencia los retos que presentan las armas nucleares. Si por otra parte recordamos estos bombardeos como un punto crucial en la historia de la humanidad, un momento en el que la paz se vuelve crítica, es posible que encontremos la ética política necesaria para salvarnos del destino que cayó sobre los habitantes de estas dos ciudades.

En su libro, Robert Jay Lifton y Greg Mitchell escriben: "No es posible entender el siglo XX sin Hiroshima. Lo mismo puede decirse del siglo XXI. Lo mismo puede decirse del predicamento que enfrenta la humanidad. No podemos entender ni el presente ni el futuro sin entender lo que pasó en Hiroshima y Nagasaki."

Desde los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, ha habido una lucha por recordar. La historia de estos ataques difieren de forma radical entre lo que se ha dicho en EE.UU. y lo que narran los supervivientes de Hiroshima y Nagsaki. EE.UU. lo describe como un triunfo de la tecnología y un triunfo en la guerra. Ve la bomba desde arriba, desde la perspectiva de los que la soltaron. Para la gran mayoría de los estadounidenses, la creación de la bomba es un logro tecnológico de magnitudes extraordinarias que generó el arma más poderosa en la historia bélica. Desde este punto de vista, las bombas atómicas hicieron posible la total derrota del poder imperial japonés y le puso fin a la Segunda Guerra Mundial.

En la mente de muchos, si no en la de la mayoría de los estadounidenses, las bombas atómicas salvaron la vida de quizás un millón de soldados de EE.UU., y la destrucción de Hiroshima y Nagasaki es visto como un pequeño precio que tuvo que pagarse para salvar muchas vidas y ponerle fin a una terrible guerra. Esta idea da la impresión que bombardear estas ciudades con armas atómicas fue útil, fructífero y dió lugar a una ocasión que celebrar.

El problema con esta versión es que los historiadores han puesto en duda la necesidad de soltar estas bombas para terminar la guerra. Muchos estudiosos han cuestionado la versión oficial de los EE.UU. en cuanto a los bombardeos. Estos críticos hacen notar que Japón intentaba rendirse cuando se soltaron estas bombas, que el cuerpo estratégico del ejército de los EE.UU. calculó menos muertes de estadounidenses ante una invasión de Japón y que había otras dos formas de terminar la guerra sin usar bombas atómicas en las ciudades japonesas.

Entre los opositores al uso de bombas atómicas, estaba el general Dwight Eisenhower, que reaccionó así cuando el Secretario de Guerra Henry L. Stimson lo enteró de lo sucedido en las ciudades japonesas: "Durante su relato de los hechos, le expresé mi más profundo desacuerdo, pues Japón ya había sido derrotado y soltar las bombas fue completamente innecesario. Además, yo creo que nuestro país debe evitar afectar la opinión del mundo usando un arma que según mi opinión, ya no era necesaria para salvar vidas estadounidenses."

En una entrevista después de la guerra, Eisenhower le dijo a un periodista: "Los japoneses estaban listos para rendirse y no era necesario atacarlos con esa cosa horrible". El general Henry Arnold coincidió en que"con bomba atómica o sin ella, los japoneses estaban ya al borde del colapso". El almirante William D. Leahy comparó este acto con el comportamiento propio de los bárbaros de la Edad Media.

A pesar de estas fuertes declaraciones de líderes militares de la Segunda Guerra Mundial, todavía existe la percepción de que los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki estuvieron justificados por la guerra. No se le da suficiente importancia al hecho de que la mayoría de las víctimas eran civiles y que hasta la fecha, los sobrevivientes todavía sufren de los efectos de la radiación.

Los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki quedaron en el pasado. No podemos resucitar estas ciudades. Lo que sí podemos hacer es aprender de su experiencia; una de las lecciones más importantes a la humanidad: nos enfrentamos a la posibilidad de nuestra extinción como especie. No simplemente a la realidad de muertes individuales, sino a la muerte de la humanidad. Según Albert Camus, existencialista francés, "nuestra civilización técnica ha alcanzado su nivel más alto de salvajismo. Tendremos que elegir, tarde o temprano, entre el suicidio colectivo y el uso inteligente de nuestras conquistas científicas. Ahora, más que nunca, vemos claro que la paz es la única batalla digna de lidiar."

Depender de las armas nucleares para proteger la seguridad es poner el futuro de nuestra especie en riesgo de aniquilación. La humanidad enfrenta una decisión: eliminar las armas nucleares o seguir corriendo el riesgo de que ellas nos eliminen a nosotros. Si no tomamos esta decisión y actuamos, enfrentamos la posibilidad de repetir lo sucedido en Hiroshima a nivel mundial.

Despues de estas cosas, que no deberia de permitirse dentro de la historia de la humanidad, y mas que nada, no deben de repetirse por ningun motivo. Me quede pensando en lo idiotas que sonamos por cosas o tonterias que utilizamos como excusa para solventar una situacion que no nos beneficia.

Dos casos en esta semana me pusieron a pensar en la manera tan idiota que solemos resolver los problemas, y mas cuando se trata de salvaguardar los intereses personales, lease "personales", no de un grupo, EQUIPO O NACION". En este caso, me refiero obviamente a lo sucedido con Mosquera del equipo America, a quien le fue pernonada la suspension solo porque demostro que antes del incidente donde se vio involicrado, antes fue agredido y el solo respondio a tal hecho.


http://www.jornada.unam.mx/2009/08/04/index.php?section=deportes&article=a13n1dep

http://www.futboltotal.com.mx/futbolmexicano/content/view/12615/36/

Va lo mismo para el señor Hugo Chavez, quien en forma pacifica y apesumbrada, como buen presidente de su nacion, y defendiendo los intereses de la misma, y de la paz que debe de guardar dentro de ella; compro mas juguetitos belicos con la excusa de que los EUA tienen bases militares en colombia, y eso es muy sospechoso, no vaya a ser que lo ataquen en una de esas.

http://www.elpais.com/articulo/internacional/Chavez/alerta/riesgo/guerra/Suramerica/acuerdo/militar/Colombia/EE/UU/elpepuint/20090805elpepuint_16/Tes

Ante tales cosas, que podemos esperar de este tipo de personas. Por un lado, un equipo que defiende los interses monetarios que representa no tener presente al señor Mosquera en la alineacion del proximo partido con lo costoso que le salio su contratacion; y del otro lado, Chavez otra vez, viendo moros con tranchete cada que se le ocurre a EUA mover el dedo gordo del pie.


LA GUERRA COMIENZA DESDE LAS MENTES SUBYUGADAS POR SU PROPIA RAZON, QUE NO SON CAPACES DE ESCUCHAR A LA VOZ DE LA CORDURA...


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